Ya consumados tres alzamientos militares y realizado,
el gobierno de Menem impulsó la extensión de la ley de Obediencia Debida a todo
el personal militar excepto los miembros de la Junta, amnistía para los
procesados por los alzamientos anteriores, e impunidad para todos los
participantes en éste excepto Seineldín, quien fue procesado y detenido.
Seineldín permaneció detenido y procesado, hasta que con el cambio de gobierno
Carlos Menem le otorgó el indulto.
Pese a los recientes indultos que incluyó a condenados, detenidos y
procesados por terrorismo de estado, alzamientos "carapintadas" y guerra de
Malvinas y a jefes de las organizaciones político militares de la década del
70', Seineldín rompió relación con Menem y fue puesto bajo arresto militar. Planeó una
rebelión que se materializó el 3 de diciembre de 1990, en protesta contra la
creciente injerencia del poder político en la cúpula militar.
Luego del tercer alzamiento, pocos días más tarde del
mismo, Menem completaría los indultos, dando la libertad a los miembros de la
Junta y otros militares y civiles, varios de ellos condenados a prisión
perpetua: Jorge Rafael Videla, Emilio Eduardo Massera, Roberto Eduardo Viola,
Ramón Camps, Guillermo Suárez Mason, el ex ministro de Economía José Alfredo
Martínez de Hoz y el ex jefe de la Policía Federal Argentina Ovidio Ricchieri.
Sólo Seineldín, permaneció en prisión a consecuencia de los incidentes hasta
mayo de 2003, cuando fue indultado por el presidente interino Eduardo Duhalde.
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La pena de muerte fue un tema sobre el tapete pero la justicia lo desestimó. |